LA ADOPCIÓN DE EMBRIONES CONGELADOS

Según comenta mi amigo el Doctor Agustín Losada, solo una clínica de  Madrid consigue unos 600 embarazos al año. Como para cada embarazo hay +/- 10 embriones, serían unos 6.000 embriones al año (solo de una pequeña clínica). Algunos se usaron para fecundación y fracasaron. Digamos que un 25% de ellos... Seguimos teniendo 4.500 embriones congelados al año, en una clínica. De ahí, que el número de 61.000 de los que se tiene constancia en Cataluña se quede pequeño.

Es la adopción una postura ética? Es una opción real? Me parece que es un tema no cerrado, que merece una amplia reflexión ética. De entrada, se me ocurren dos objeciones a la adopción embrionaria: que sirva como punto de apoyo para continuar con la producción indiscriminada y masiva de embriones y que es difícil garantizar que en la práctica no se sigan criterios eugenésicos a la hora de seleccionar los embriones a adoptar.

Pero también veo argumentos a favor de la adopción. Lo primero que hay que tener claro es que nos estamos refiriendo a seres humanos, no a un cúmulo de células. El término pre-embrión no es científico, y debe aplicarse el término embrión desde el momento de la fecundación hasta las 8 semanas de gestación. Los embriones que podrían ser adoptados están en un abandono total: o son adoptados o mueren irremediablemente. Es una situación similar a la de abandono de los niños ya nacidos.
Tampoco se puede equiparar la adopción a una especie de “maternidad de alquiler” o “maternidad subrogada"; aquí se trata de salvar la vida de un ser humano del único modo en que es posible hacerlo; y se supone que normalmente será ella misma quien adopte al niño que nazca como su propio hijo.El mal ya ha sido hecho por otros, ahora se trata de evitar otro mal, el de la muerte del embrión.

Sé que en la Dignitas personae, la adopción no parece que merezca un criterio moral favorable por parte de la Iglesia. Personalmente, me inclino por la licitud de la adopción embrionaria, pero de todas formas, se trata de un debate que permanece abierto, y que no ha hecho nada más que comenzar. Aunque,  desgraciadamente, me parece que se trata de un debate bastante teórico, porque no son muchos los que están dispuestos a adoptar embriones.