En pleno debate sobre los cuidados paliativos, tras el anuncio hecho por el Gobierno de impulsar una ley específica, no viene mal echar una ojeada a lo que sucede en otros países. Hace una semana, el Parlamento de Hawai votó por unanimidad en contra de una ley de suicidio médicamente asistido para enfermos terminales.Pero no ha sido únicamente en Hawai. En el último año, los partidarios de la eutanasia han sido derrotados en seis países: Estados Unidos (Hawaii y New Hampshire), Francia, Israel, Australia (sur de Australia y Australia occidental), Israel, y Escocia.
A algunos les va a faltar tiempo para volver a recordarnos los casos más mediáticos: Ramón Sampedro, Inmaculada Echevarría y Euliana Englaro, por poner sólo unos ejemplos. "Vivir con dignidad es un derecho, morir con dignidad también" esgrimen algunos. Parecen no recordar la muerte violenta de Sampedro, ni la angustia inhumana de Euliana al ser privada de hidratación. El caso de Inmaculada Echevarría es bien diferente, ya que según algunos expertos debería calificarse de limitación legítima del esfuerzo terapéutico, no de eutanasia. Todo depende de si se considera proporcionado en su caso el uso del respirador artificial.
Según las declaraciones oficiales, entre las prioridades del gobierno se encuentran los cuidados paliativos, no la eutanasia. Pero hay que reconocer que el comienzo del debate no puede ser más desafortunado, simplemente con la denominación de muerte digna parecen posicionarse con un grupo muy determinado partidario de la eutanasia.
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